Podemos decir que nos estamos enfrentando a un troll o hater, cuando detectamos un perfil en redes sociales (generalmente falso) cuyo comportamiento se basa en generar mensajes ofensivos, incluso recurriendo a insultos, o a generar un debate agresivo.
No sólo proliferan en redes sociales (siendo Twitter la más habitual), sino también en foros y en general en cualquier soporte online (por ejemplo en comentarios dentro del blog de tu página web), amparados por el anonimato que nos ofrecen los medios digitales hoy en día. En América se ha llegado a crear hasta una asociación anti-trolls.